Visitamos además la Villa Epecuén, alguna vez firme competidor de Mar del Plata, en las preferencias vacacionales porteñas, y hoy después de la inundación de la década del 80, convertida en un sitio conmovedor, por la historia, por lo que fue, por lo que queda, y por lo que va revelando, día a día. con el continuo retroceso de las aguas que la sumergieron.
Nos "paseó", la gente de Nueva Chevallier... impecable.
Párrafo aparte para la gente de prensa de la Secretaría (Alejandra y Marta) a las que se sumó el Licenciado Nicolás Russo. Lo pasamos muy bien, trajimos muchísimo material, y conocimos un montón de amigos nuevos, que seguramente van a escuchar a partir de febrero, cuando volvamos a estar al aire en vivo...
Paciencia!!! Nosotros también los extrañamos.
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